Haizea badator! > El 1º Emperador bailando sevillanas al txistu

El Primer Emperador
bailando sevillanas al txistu
Animación
1:00min
2009

Una animación realizada a partir de las tradicionales marionetas de sombras chinescas, bailando unas sevillanas interpretadas al txistu, junto al acompañamiento de la percusión de unas castañuelas y un pequeño gong de la Ópera China. La proyección final se presenta en el interior de una casita, que recuerda a las miniaturas casas de muñecas. Esta construcción singular, ofrece una ornamentación oriental, simulando una de las dependencias de una casa china, de fachada rojiza, con tejado curvo. Los espectadores, llamados por la curiosidad, tienen que introducir su mirada en el interior de la pequeña vivienda, para poder visualizar esta animación en un pantaña de 8,5 pulgadas.

sombras chinescas animadas

Las sombras chinescas fueron muy populares en el pasado de China. Según su lugar de procedencia, variaban los materiales usados para confeccionar las marionetas. Usualmente eran siluetas de cuero que podían preservarse por largo tiempo, y con frecuencia, hoy día se han convertido en piezas de coleccionistas. Una tarde paseando por Pekín en una pequeña tienda de antigüedades, encontré un par de ellas, con las que posteriormente realice este trabajo.

Pero, en este vídeo, las marionetas no se presentan tras un pantalla proyectando sus sombras, como tradicionalmente se utilizaban, sino que son animadas sobre una mesa de luz. El proceso de capturar tuvo diferentes fases. En primer lugar, me grabe bailando sevillanas, para analizar cada movimiento correspondiente a los mil trescientos fotogramas de duración del baile registrado y posteriormente, a partir de estos, con esmero y exactitud, animé el movimiento de las marionetas sobre una mesa de luz. Reflejando el baile con una coordinación completa de pies, manos y brazos.


Chinos bailando sevillanas

Las sevillanas se suele bailar por pareja, normalmente consta de cuatro partes, la primera, la segunda, la tercera y la cuarta. Por esta razón, el toque y el cante por este palo siguen el mismo patrón en cada una de las cuatro sevillanas. En esta pieza, El primer emperador bailando sevillanas al txistu, se bailan solamente la primera de las cuatro.

Las sevillanas son el arquetipo de la canción folklórica aflamencada, más popular y más bailada en el Estado español y fuera de él. Carlos Saura en una entrevista realizada con motivo de su película títulada Sevillanas, declaró: Todo el mundo las baila y eso no deja de ser un milagro en este país donde ya no queda nada que sea un baile popular español. Esta popularidad tal vez sea consecuecia de ser una de las formas musicales de origen andaluz que más ha evolucionado. Al comenzar la década de los sesenta, la revolución discográfica y la decadencia de la tonadilla de postguerra, le abrieron nuevos horizontes. Las sevillanas ha pasado de los patios de vecindad y fiestas familiares, a las casetas de feria, las romerías y los escenarios teatrales. Surgen cada año nuevas voces, nacen nuevos temas, nuevas métricas, nuevos aires musicales, pero siempre respetando la esencia.

Las sevillanas pueden ser rápidas o lentas. Para el proyecto de "El primer emperador bailando sevillanas al txistu", escojí una sevillana rápida, para otrorgar, de esta manera, un movimiento animado divertido y ágil. La estructura formal de las sevillanas es común a todas sus posibles variantes: introducción-salida-vuelta-salida-vuelta-salida-cierre, y entre las variantes más cultivadas destacan: Las boleras, bíblicas, camperas, marineras, etc. Normalmente, la música que acompaña a estas sevillanas surge de las cuerdas de una guitarra, junto al cante y grupo de palmeros, así como de castañuelas. Otra variante de sevillanas son las Rocieras, estas son interpretadas con la gaita rociera y el tamboril. Ya que, evidentemente, el movimiento de las romerías requiere caminar al interprete, entre otras cosas. Y para este singular proyecto, como hemos comentado anteriormente, la melodía fue interpretada por otra flauta de origen tamboril, pero de distinta procedencia, en este caso se opto por el txistu de origen vasco, junto con el acompañamiento de unas castañuelas y un gong de la Ópera China.


El gong por sevillanas

El gong es un disco arqueado y redondo. La mayoría de estos instrumentos están hechos de cobre y sujetos por un marco o cuerda. Se utilizan como acompañamiento de la música, en el drama; para dar al ambiente o impulsar el ritmo. Existen dos tipologías, uno grande, con un tono descendente, y otro el más pequeño con un tono ascendente. El gong más pequeño fue el que utilice para el acompañamiento de este trabajo. En la Ópera China este tipo de gons se utiliza para anunciar la entrada de jugadores menores, de personajes femeninos o para identificar los puntos de humor. Desde mi parecer el sonido de gong crea una mezcla entre estridencía y exotismo.


Pá jartarme de reir

Las Sevillanas, fueron definidas por Manuel Machado como la copla graciosa y tierna donde hasta las palabras danzan y juegan. Aunque no todas las sevillanas son alegres, hay algunas triste que hablan por ejemplo de la perdida de un amigo, de un amor, una despedida: "Todo se muere en alma cuando un amogo se va..."
Pero, en el caso de la sevillan escogida para esta vídeo es relamente divertida. Aunque la letra no esta presente en el vídeo, me parece interesante apuntarla. La cual he cantado infinitas veces, durante mi infancia y juventud. Esta se titula Me casé con un enano; y dice así:

Me casé con un enano, salerito, pa jartarme de reir.
Ole ahí ese tío que va ahí, ole ahí
Pá jartarme de reir
Me casé con un enano, salerito
Ole salerito y ole
Me casé con un enano, salerito
Pa jartarme de reir
Pa jartarme de reir
Le puse la cama en alto
Ole salerito y ole
Le puse la cama en alto, salerito
Y no se podía subir
Y eso sí que fue de veras
Que al bajarse de la cama
Ole salerito y ole
Que al bajarse de la cama, salerito
Se cayó en la escupidera.

El humor es un componente importante en esta pieza. Un baile de sevillanas llevado a cabo por figuras con trajes ceremoniales asiáticos, un trabajo irónico y atrevido. Y es que el mundo que vivimos hoy día, nos ofrece recursos para la construcción de la imagen de uno mismo, en relación a una imagen del mundo, estableciendo límites o puentes simbólicos en relación con los otros y con los propios; con la posibilidad de exponer este montaje a disposición de audiencias diferentes, generando una infinidad de nuevas lecturas. Reflejo de nuevas realidades. Indagando en la funcionalidad del folklore como rasgo distintivo y en el escenario de la multiculturalidad. Esta obra fue originada, gracias a este viaje a China y bajo mi pequeño bagaje musical del lugar donde me crié, Andalucía y el lugar donde resido, Euskal Herria.

En esta pieza, El primer emperador bailando sevillanas, observamos elementos que son considerados tradicionalmente característicos de distintas regiones del mundo: Sombras chinescas, una construcción tradiccional, una canción popular, etc. Estos productos, no obstante, no se muestran, desde un punto de vista morfológico, idénticos al procucto estrictamente tradicional. Han sufrido una cierta metamorfosis. Mecanismo que renuevan, en cierta medida, los imaginarios, generando nuevas formas de convivencia, mediante la intromisión de lo folklrorico en un espacio y tiempo diferente a su origen.

Chinos, vascos y andaluces se rien al observar esta pieza. El humor de este trabajo se encuentra en la unión de elementos con procedencia cultural dispersa, formando una escenografía ireal; o talvez hoy, posiblemente real. La multiculturalidad genera risas. Y es que en la actualidad se vive una situación compleja. Donde el movimiento general de declosión de las sociedades, la globalización, es acompañado de una exacerbación de las identidades particulares.